Humanos

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La vida me ha enseñado a sonreír, aunque el corazón esté triste y acongojado.

Definitivamente no siempre estoy feliz, es valido sentir dolor, frustración, y en ocasiones sentir que ya no puedo más.

Nos enseñaron a identificar a las emociones en buenas y malas que enojarse está mal y sonreír esta bien; lo que no nos dijeron es que son parte de un proceso natural de la vida, y que lo bueno y lo malo estará en el cómo las cosas las empleemos.

Llorar no es sinónimo de debilidad, y reír a carcajadas tampoco significa felicidad real. La vida se vive y emplea con la naturaleza de la misma. Se vale ser humanos.