Girar la mirada es girar la vida
- lalocuraeslibertad
- 11 sept 2019
- 2 Min. de lectura

Estoy tranquila .
Me faltaba mirar más allá del horizonte para ver las flores de colores que estaban esperando por mi.
Tenía que soltar para poder tener mis manos vacías para colocar mis sueños en el corazón.
Abrir la mente no es fácil, cerrar los ojos y dejarse llevar a un lugar que solo tú te puedes encontrar.
A veces es más difícil cuando te hundes en pensamientos negativos y quieres ver todo negro, pero la vida es así “un sube y baja“ de emociones y es ahí donde uno debe encontrar el equilibro perfecto.
Hace unos meses comencé a sentir que mi luz se estaba apagando, no porque alguien quisiera opacarla, si no porque yo misma no podía mirar y aceptar las cosas como eran. Comencé a dejar de brillar, mi luz natural se veía tan pequeña como la de un grillo en medio del desierto y sentía que nada ni nadie podía entender a mi desoladora cabeza hundida.
Hoy con alturas de mira me siento fuerte y valiente. Creo que el amor y la amistad son fundamentales para poder llevar este equilibrio. Creí que las cosas materiales o mejor dicho las cosas superficiales, el qué dirán y el girar al ritmo del “sistema” me iban a ser una persona feliz y convencional, pero no lo es así. Lamentablemente mi ser aún le queda mucho por crecer y tropezar pero aprendí que sentirse en paz con uno mismo vale mucho más que tener una vida “perfecta”.
Me encerré en un cuarto negro por meses, creí que todos los males estaban en mi, no quise recibir el amor, el cariño y las palabras de las personas que más me aman, si no que las transforme en más negatividad para mi y mi corazón oscuro en esos momentos. Creo que uno da lo que recibe y me costaba entender ¿por qué si estoy dando tanto la vida me daba tan poco? Una estupidez. Tendemos a quedarnos con lo negativo del día y no ver las cosas buenas que nos pasan día a día ¿por qué los seres humanos somos así?
Conozco a un hombre que lucha constantemente por alguien y a pesar de todas las tormentas saca lo mejor de él para el resto y para su amor.
Conozco una mujer que la vida le golpeó tan fuerte que tuvo depresión pero por dos personas que tenía que cargar en su pequeña espalda frágil ella siguió avanzando y hoy es la mamá más feliz del mundo con su vida y sus hijos.
Conozco a un hombre que tiene un gran vacío en su vida y a pesar de las dudas y la poca esperanza de encontrarse, vive tranquilo y optimista.
Me siento renovada, como dicen “recargada de energías”. Estoy tranquila y aprendiendo a ser mejor conmigo misma y con el resto. Hay personas que nos sacan lo peor, pero no hay que entregar lo mismo, hay que enseñarles lo que es vivir, porque de eso se trata, de entregar por todos lados para sembrar tu ser en otros.





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